domingo, 26 de noviembre de 2017

'Porque estuve en la cárcel, y vinisteis a verme' (Mt 25, 36).

Nuestra experiencia de la visita a la cárcel de Brieva para dar nuestro testimonio de la peregrinación a Tierra Santa. Agosto 2017.


Recibimos una invitación de la Pastoral Penitenciaria para dar nuestro testimonio en la cárcel de Brieva de la peregrinación que habíamos hecho a Tierra Santa este verano. 
Fue algo inesperado, a lo que había que responder en pocos días, casi sin tiempo para prepararlo.

Algunos tuvimos ciertas resistencias. Nunca habíamos estado en una cárcel. No sabíamos bien qué íbamos a decir ni qué se esperaba de nosotros.

Pero detrás de esta invitación estaba tu llamada, Señor. Y, como siempre, Tú precedes en toda misión, y nos precediste en ésta.

Y llegó el día, un jueves por la tarde.

Primero tomamos un café con algunos miembros de la Pastoral Penitenciaria. Nos contaron su labor en la cárcel. Nos impresionó su entrega, su dedicación, su amor por la misión que allí desempeñan.
Después nos dirigimos a la cárcel: los controles de seguridad, las puertas enrejadas, el patio con su alto muro y su alambrada, el gran pasillo desde el que se ven las puertas de los módulos, la estancia que hace las veces de capilla, y la biblioteca, donde íbamos a dar el testimonio. Colocamos el proyector y esperamos.

Y entonces llegaron ellas, las internas. Los miembros de la Pastoral Penitenciaria nos presentaron. Las internas nos recibieron con un aplauso. Y comenzamos a dar nuestro testimonio.
Nos impresionó la atención de las internas, su agradecimiento hacia nosotros, que tan sólo habíamos preparado una presentación de fotos en poco tiempo y estábamos contándoles nuestra experiencia de la peregrinación.

Y al acabar pudimos ver incluso la emoción debida al agradecimiento de algunas de ellas. Esto nos tocó el corazón.

Después algunas se acercaron a nosotros, nos saludaron, nos contaron algo de sus vidas. Se respiraba la gratitud que sentían de que hubiéramos pasado ese pequeño rato allí con ellas.
Para nosotros esta visita a la cárcel ha sido una experiencia que nos ha impresionado.
Queremos daros las gracias a los miembros de la Pastoral Penitenciaria: nosotros os dimos nuestro testimonio de la peregrinación a Tierra Santa, pero vosotros sois un testimonio vivo del amor gratuito de Dios.

Y gracias a vosotras, las internas, nos ha conmovido vuestro agradecimiento y emoción.
Señor, en Tierra Santa sentimos Tu presencia a través de los lugares santos, donde Tu viviste.
En la cárcel de Brieva hemos podido verte presente en ellas, las internas… "porque estuve en la cárcel, y vinisteis a verme".

No hay comentarios:

Publicar un comentario